Decididamente, el mejor atractivo que tiene la noche buena es el día después. La sensación que me queda de haber salido airosa de la emboscada me gusta más que una copa de veuveclicquot. De los polvorones me como sólo la mitad. Como de los restos de la batalla ya se encarga cenicienta, queda por delante un apacible día en el que levantarme tarde, deambular por la casa enfundada en un polar y zapatillas haciendo lo imprescindible hasta la hora de sestear, perdiéndome el guión de la peli, es un puro placer dedicado al olvido en el que empiezo a pensar dos meses antes. En un gesto solidario, los restos de la cena sirven para la comida: es obligatorio reciclar los alimentos como manda el canon de la crisis y además llevo grabado en el coco eso de que para si quisieran otros nuestros despojos, las miguitas. La conciencia y todo eso. Si acaso, añado al menú un caldito descongelado donde tirar unos fideos, unas letras o sémola que reanimen el alma golfa.
Todo iba dentro de lo previsto, hasta la hora de comer. En una de las cucharadas, mediado el plato calentito, ¡joder! casi me trago a n i c o l a s. ¡Qué náusea! Mi gozo en un pozo. Estuvo en el portal dando la bienvenida al niño, leyó el mensaje real, se coló en las fotos familiares al lado del patriarca, en los chistes de wasa... Insaciable, se tuvo que zambullir hasta en mi sopa. Este tipo debe tener una misión imposible. Nunca pensé que yo fuese un personaje relevante, ni que acabaría nombrándole aquí. Pero también es verdad que todo cabe en la memoria de una geisha y la información es poder. Adiosgracias que no me lo topé entre las sábanas.
Me voy, que he quedado el miércoles con un viejo marchoso y tengo que preparar el escenario para la celebración de su jubilación. ¡Agur!
Todo iba dentro de lo previsto, hasta la hora de comer. En una de las cucharadas, mediado el plato calentito, ¡joder! casi me trago a n i c o l a s. ¡Qué náusea! Mi gozo en un pozo. Estuvo en el portal dando la bienvenida al niño, leyó el mensaje real, se coló en las fotos familiares al lado del patriarca, en los chistes de wasa... Insaciable, se tuvo que zambullir hasta en mi sopa. Este tipo debe tener una misión imposible. Nunca pensé que yo fuese un personaje relevante, ni que acabaría nombrándole aquí. Pero también es verdad que todo cabe en la memoria de una geisha y la información es poder. Adiosgracias que no me lo topé entre las sábanas.
Me voy, que he quedado el miércoles con un viejo marchoso y tengo que preparar el escenario para la celebración de su jubilación. ¡Agur!